martes, 1 de septiembre de 2015

Conoce al Doc (III)



Foto tomaca circa diciembre 1994.
Por más que la nostalgia quiera engañarme me niego a concederle valor al viejo cliché de que la juventud es la mejor época de la vida. Tengo presente a mi suegra que tiene ya más de 70 años y cada vez que la veo me repite que probablemente ahora se vive más siendo viejo que siendo joven. Y si voy a vivir siendo viejo, pues ahí también debo encontrar felicidad.

¿Vos crees que los años en la FIA son los mejores de tu vida?
La foto, tomada en el año 1994, muestra a unos jóvenes sonrientes, sanos, llenos de vida y con muchos años por delante. Razones, se dice, suficientes para pensar en que se debería ser feliz. Sin embargo, la cosa era muy difícil para casi todos nosotros. Nada menos un año atrás, el número de mis compañeros era tan alto que llenábamos el auditorium Miguel Mármol. Luego, la foto muestra, cerrando casi el cuarto año, un puñado de estudiantes. Algunos de los presentes en la foto, después de haber pasado más de ocho años batallando para coronar la carrera, llegaron a tirar la toalla. Aún siento pena por ellos. Ellos merecieron terminar así como lo hice yo.

En retrospectiva creo que les falló la institución, que no supo encauzar el potencial de aquellos compañeros. Después de ocho años y ya faltando media docena de asignaturas, creo que la institución no debió dejar perder toda esa inversión de tiempo, de dinero y de sacrificio.

6 comentarios:

  1. Por eso hay que votar por cambios!!! Vamos con todo Doc!!!

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    1. Muchas gracias por tu comentario. Seguimos adelante, con el ánimo que ustedes nos imprimen!

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  2. Me siento identificado con el comentario, adelante con el cambio.

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  3. Muchas gracias por su comentario. Efectivamente, 1994.

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  4. No olvidemos que las instituciones no tienen vida propia, las hacemos las personas. Por eso es muy importante quién está al frente de ellas. Es la falta de atención de las autoridades, que son personas de carne y hueso, la que lleva a situaciones como las que comentas. Espero que tengas suerte, Carlos.

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