domingo, 13 de septiembre de 2015

Distorsión frente al espejo


Ya no puedo recordar cuándo fue la primera vez, sé que fue en mi niñez, quizá habrá sido durante las fiestas patronales de mi pueblo, no lo sé. Fue mi exposición a uno de esos espejos que distorsionan la imagen, convirtiendo la realidad en una caricatura. En óptica esa distorsión se conoce con el nombre de aberración.

Frente a esa óptica aberrante la realidad parece ser que ya no es lo que es. Nuestro cerebro tiene que hacer un esfuerzo extra para entender que aquella sátira no es más que una distorsión de la realidad. La vida misma, en nuestro día a día, nos pone muchas veces en esa situación.

Tomando como ejemplo estas elecciones en las que soy pre-candidato a decano me enfrento a cada momento a esas distorsiones, a veces en formato de rumor. Tengo que hacer un esfuerzo extra para no creer las cosas que se dicen. Pues todo aquello obedece a la sobre simplificación de la realidad.

4 comentarios:

  1. Mucho ánimo, Carlos. Cualquier proceso de este tipo, en que uno pone en juego mucho de sí, y que es como desnudarse ante de los demás, genera sensaciones extrañas, de indefensión e irrealidad. Has sido muy valiente al dar el paso al frente de intentar contribuir a solucionar grandes desafíos, en vez de quedarte en un rincón discreto ver pasar el tiempo, sin exponerte, intentando ignorar lo que llevas tiempo viendo. Es admirable tu coraje.

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    1. Hola Paco, muchas gracias por tus palabras de apoyo. El balance general es muy positivo. Y estoy contento con la experiencia.

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  2. Lo importante es su visión, no la vista de otros

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    1. Hola Mayra, muchas gracias por su comentario. En un par de semanas me tendrá más entregado al trabajo gremial. Saludos

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