Conocí a Yesenia a través de una amiga. No puedo recordar ya en qué fecha pudo haber sido. Solo recuerdo que mi amiga, Silvia Montano, se perfilaba como la primera mujer en llegar a graduarse de la carrera de ingeniera en Sistemas Informáticos. Algún traspié hizo que se retrasara en sus estudios. Y ahí apareció Yesenia, la chica que alcanzó a Silvia.
Luego, tengo recuerdos de Yesenia y de su corta estancia en Córdoba, España. Ambos estuvimos como estudiantes de intercambio en Andalucía, en el sur de España. Desde Almería hice una pequeña excursión a Córdoba, ya no recuerdo si llegamos a compartir algunas vivencias pues yo ya estaba muy métido con mi nuevo grupo de amigos.
Quien iba a pensar que mucho tiempo después nos encontraríamos caminando juntos en este proyecto, la de conducir los destinos de la FIA.
En España se utiliza un dicho, "arrieros somos y no sabemos en qué camino nos encontraremos", como forma de llamar la atención sobre la ironía de los destinos particulares de cada uno, que nos unen y nos separan a capricho. Aunque, sobre todo, es una advertencia para quienes realizan agravios, como forma de recordar que no está escrito que el agraviado no alcance en un futuro la posición de cobrarse la afrenta: una locución que intenta enseñar a obrar bien, a no actuar de forma que uno pueda arrepentirse. De esta forma, los reencuentros, cuando llegan, siempre serán serenos y fructíferos, y quitamos muchos ingredientes del miedo al futuro. Me alegro de que cuentes con viejos conocidos a tu lado en este trance, y que ello fortalezca la conexión, quizá, con recuerdos bonitos.
ResponderEliminarMe gusta mucho esta reflexión. Es de las mejores que me has hecho llegar. Un abrazo.
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