Presenté la defensa final del trabajo de graduación, según se observa en la fotografía, un 10 de enero de 1996. Fue un trabajo que empecé como estudiante de quinto año. En aquel momento el tema fue de mucha atracción para toda la comunidad, alumnos y profesores. El trabajo consistía en descargar imágenes satelitales y trasladarlas a una computadora, para luego almacenarlas con un estándar de almacenamiento de imágenes de aquella época (.pcx).
De aquella experiencia que viví me quedaron dos cosas. Por una parte, es importante empezar con antelación el trabajo de graduación. Por otra parte, es recomendable realizar el trabajo de forma individual. Empezar, aprovechando la asignatura proyecto de ingeniería, con anticipación es fundamental si se quiere hacer un trabajo de cierta calidad en un tiempo razonable. También, el realizar un trabajo individual no deja dudas de quién es el verdadero autor de aquella obra.
Reflexionando sobre mi proceso de graduación caigo en la cuenta de que éste apenas llevó un mes. Desde el día en que realicé la defensa hasta el día en que recibí el título apenas pasaron cinco semanas. El promedio actual es de poco más de 5 meses. Este es un indicador que dice que algo empeoró, a pesar de que ahora hay más recursos informáticos y administrativos. Una paradoja a la que se debería prestar atención.
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