domingo, 23 de agosto de 2015

¿Qué pasa si vos queres cambiar tu entorno?

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Yanis Varoufakis, exministro de Finanzas de Grecia. / GORKA LEJARCEGI

En una entrevista concedida a el periódico EL PAÍS, Yanis Varoufakis, exministro de finanzas griego, demostró por qué se le considera una de las lenguas más afiladas de la izquierda europea. La entrevista se llevó a cabo a casi un mes de que dejase su puesto de ministro. A la pregunta de cómo lleva eso de ya no ser ministro, respondió: “No entré en política para hacer carrera. Entré para intentar cambiar las cosas. Y hay que pagar un precio por tratar de hacerlo.” A esa respuesta, rápidamente, el periodista preguntó: ¿Cuál es ese precio? Y éste respondió: “El desdén, el profundo odio del establishment. Si uno llega a la política sin querer hacer carrera acaba metiéndose en problemas.”


¿Qué pasa si vos queres cambiar tu entorno? Pues te enfrentas al desdén, al profundo odio del establishment
Uno de mis amigos de Facultad, quien ya en el pasado pasó por una experiencia de competir por un cargo de elección popular, me explicó cómo sobrellevó el desprecio que le endosó el establishment. A su manera, como una forma de protegerse de los enemigos surgidos al desafiar el statu quo, me explicó que quizá lo mejor era interpretar ese odio visceral como un sentimiento dirigido a la aspiración y no a la persona. Con esa idea mi citado amigo llegó a sentirse mejor, la burla y el escarnio se le hizo más llevadero.


Entré a la contienda para intentar cambiar las cosas

Al igual que Varoufakis, puedo decir que entraré  a competir porque estoy convencido de que puedo cambiar cosas. Nunca quise hacer carrera como político, todo lo contrario mis credenciales son mayoritariamente académicas. Entro a este juego como un advenedizo, un extranjero, un forastero, un outcast, uno que desafia al establishment, alguien que se enfrenta al statu quo. Y por ello tenés que pagar un precio.

1 comentario:

  1. Lograr cambios es un enorme desafío, Carlos, pero se puede lograr. Aunque, en vez de enfrentarse al status quo, lo más efectivo es hacerlo colaborar en la medida de lo posible. Para ello, hay que convencer a propios y extraños de que la propuesta de cambio es positiva para todos. ¡Un gran reto, sin duda, y que merece la pena!

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