martes, 25 de agosto de 2015

Graduarse en seis años (I)

A finales del año pasado un buen amigo nos invitó a cenar a su casa. De él puedo decir que es una gran persona, que sabe ser feliz quitándole pasión a los problemas que aquejan a esta sociedad. De estudiante de ingeniería eléctrica fue el mejor de su promoción, nunca reprobó una asignatura. Su trabajo de graduación lo realizó con éxito. Luego, después de graduado, tuvo una excelente carrera como investigador en un importante centro europeo. Ahora mismo, reside aquí en El Salvador. 

Mi amigo conoce el trabajo que publiqué sobre el largo proceso que llevan los estudiantes para llegar a graduarse de ingeniero electricista. Y sobre él me soltó una pregunta: ¿Cómo era que yo había concluído que nadie se había graduado en menos de 6 años? Después de haber buscado, procesado, analizado y revisado la información que me llevó a publicar ese resultado, para mí aquello era un hecho incontestable. Sin embargo, entendí que apesar de haber publicado y divulgado los resultados, nuestra comunidad aún no entendía la dimensión del problema. 

Para ponerlo en palabras llanas: el problema es que, durante el periódo de análisis, ni aún los estudiantes más brillantes obtuvieron su título en menos de seis años.

Las consecuencias de esta situación son muy negativas y afectan más allá de la vida del joven al que se le hace extender sus años de formación. Así, las familias que apoyan al estudiante se ven agobiadas con la tremenda carga que significa mantener a un joven durante casi dos lustros, sin aportar nada a la economía familiar. También, siendo ésta una institución pública, el gasto por estudiante que el estado tiene que realizar se ve tremendamente incrementado. Al mismo tiempo, nada despreciable es el efecto que tiene en la hacienda pública el tener a un joven sin tributar, pues al no ser parte de la población económicamente activa la hacienda pública no percibe de éste casi ningún tipo de impuesto.

La sociedad en su conjunto pierde con esta situación. Pierde el joven, pierde la familia y pierde el estado.

8 comentarios:

  1. Saludos,
    Donde puedo ver los resultados del estudio :)

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    1. Hola Luis, Muchas gracias por escribir. He agregado el link en el segundo párrafo donde pone "largo proceso". Un saludo

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    1. Hola Eduardo. Muchas gracias por tu comentario. En los últimos tres años la cosa ha mejorado minimamente, no debido a una acción de la facultad. Sino por el contrario a un cambio externo, el cum honorifico. Este sera material para otro post.

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  3. Hola Carlos excelente análisis, din duda es un problema que debe atacarse de frente. Que la nuevas generaciones gozarán. Espero ver muy pronto las propuestas

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    1. Hola Yancy Muchas gracias por tu comentario. Nuestro visión es simple: buscar las medidas para que, con una formación de calidad, el joven concluya con éxito y en un tiempo razonable sus estudios.

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  4. Está claro que la situación es mala: conozco los análisis de Carlos de primera mano, y están perfectamente documentados, son innegables. Gane quien gane las elecciones a Decano, solucionar esto es una responsabilidad que no se puede soslayar por más tiempo, y la propuesta de Carlos creo que es muy interesante. Obviamente, para ponerla en marcha se va a necesitar involucrar a todos los agentes, desde los estudiantes hasta el propio Estado. No será fácil, claro, pero es necesario. La alternativa será el languidecimiento permanente de los estudios universitarios de Ingeniería y Arquitectura...

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    1. Muchas gracias por tu contribución. La misma enriquece este blog.

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