viernes, 20 de mayo de 2016

Primer empleo (I)

Formalmente, mi primer empleo lo tuve como aprendiz en un taller de calderas, cuando apenas había superado los 17 años. Digo formalmente pues, habiendo crecido en una zona rural, mi vida había sido la del niño trabajador. De aquellos que, durante la época de recolección de café, sus padres utilizan como apoyo para mejorar el ingreso familiar. El dueño del taller era el hijo de un propietario de cafetería ya jubilado de la ciudad de Santa Tecla. Poseían varios pequeños negocios, una ferretería, un taller de reparación, una cerrajería, una empresa de inspección de calderas, y muchos más negocios. 

Literalmente, el taller de calderas era un infierno. El taller pasaba por sus peores momentos. El único técnico con algún grado de cualificación les había abandonado, por un mejor empleo. Y eso había dejado al dueño sin su "esclavo" más preciado. Cuando llegué había únicamente dos mugrientos técnicos. Uno era un chico que, con mis ojos de adolescente, veía como alguien ya mayor, tenía 21 años, estaba "acompañado" y era ya padre de familia. El otro chico era un aprendiz como yo. Ambos tenían un aspecto sumamente ennegrecido, seguramente por la falta de higiene del lugar. Su aspecto miserable era magnificado por su vestimenta haraposa.  Por el contrario, ver llegar a nuestro jefe, descendiendo de su carro, a veces acompañado por sus hijos, todos bien vestidos, todos bien olientes, todos con la mirada altiva.   

El trato fue siempre degradante. Siempre se nos hizo ver que eramos el peldaño más bajo en la escalera social. Eramos prescindibles, casi infrahumanos. No duré mucho tiempo en aquél empleo. Pero, laboralmente hablando, fue mi primera experiencia como trabajador. De aquella fecha a esta parte puedo ver que no ha habido muchos cambios en el trato que empleadores dan a sus empleados, aunque éstos tenga una titulación universitaria. Quizá haya matices, cuando por ejemplo el empleado es un "titulado", pero en el fondo el respeto al trabajador aún sigue en los mismos niveles de aquellos que experimenté en mi época de aprendiz.


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