Hace no muchos años, al salir por la mañana de mi casa coincidía, en mi camino hacia la universidad, con uno de nuestros alumnos que, a su vez, se dirigía a su trabajo. Ese pequeño trayecto que caminábamos juntos, quizá no más de tres cuadras, me permitió conocer más de cerca sus circunstancias. Era un joven luchador, de aquellos que tienen claros los objetivos. Luchaba por mantener su trabajo, luchaba por aprobar las "temidas asignaturas" de cuarto año de ingeniería eléctrica y, más importante aún, luchaba por sacar adelante a su propia familia, esposa e hijo.
Con el tiempo me enteré que tenía un hermano menor, que de una manera diferente, se encontraba batallando sus propias guerras de estudiante de ingeniería. También, me enteré que era uno de esos estudiantes excepcionales, esos que nunca reprueban asignatura y que, desde fuera, hacen parecer que estudiar una carrera universitaria es cosa sencilla. Para el hermano mayor, endurecido por sus propias circunstancias, los resultados excepcionales del menor no tenían mucho mérito, pues, después de todo, según él, eso es lo que debe de esperarse de un estudiante de tiempo completo. Recuerdo haber hecho el esfuerzo de transmitir al hermano mayor la idea de que había que apoyar al menor, que los resultados que iba consiguiendo los obtiene únicamente 1 de cada 100 alumnos de la FIA.
Me entristece el que no se valore el esfuerzo que hacen los jóvenes por estar al frente, "at the top". Entiendo que, a veces, esa falta de consideración provenga de la misma familia. Sobre todo de aquellas donde ninguno de sus miembros ha vivido la experiencia de estudiar una carrera universitaria. Sin embargo, más me entristece que sea nuestra propia institución, la universidad, la que no apoye el esfuerzo de la juventud.
Parafraseando la canción de AC/DC, llegar a la cúspide es duro, en el camino te roban, te asaltan, te apedrean y te engañan: "It's a long way to the top, If you wanna rock 'n' roll".
Con el tiempo me enteré que tenía un hermano menor, que de una manera diferente, se encontraba batallando sus propias guerras de estudiante de ingeniería. También, me enteré que era uno de esos estudiantes excepcionales, esos que nunca reprueban asignatura y que, desde fuera, hacen parecer que estudiar una carrera universitaria es cosa sencilla. Para el hermano mayor, endurecido por sus propias circunstancias, los resultados excepcionales del menor no tenían mucho mérito, pues, después de todo, según él, eso es lo que debe de esperarse de un estudiante de tiempo completo. Recuerdo haber hecho el esfuerzo de transmitir al hermano mayor la idea de que había que apoyar al menor, que los resultados que iba consiguiendo los obtiene únicamente 1 de cada 100 alumnos de la FIA.
Me entristece el que no se valore el esfuerzo que hacen los jóvenes por estar al frente, "at the top". Entiendo que, a veces, esa falta de consideración provenga de la misma familia. Sobre todo de aquellas donde ninguno de sus miembros ha vivido la experiencia de estudiar una carrera universitaria. Sin embargo, más me entristece que sea nuestra propia institución, la universidad, la que no apoye el esfuerzo de la juventud.
Parafraseando la canción de AC/DC, llegar a la cúspide es duro, en el camino te roban, te asaltan, te apedrean y te engañan: "It's a long way to the top, If you wanna rock 'n' roll".
Sé a quiénes se refiere. El hermano mayor fue mi compañero en algunas asignaturas del cuarto año, y aunque no fue un entrañable amigo, sé las condiciones por las que pasó (se quedó viudo hace como dos años). En parte él tiene razón, ya que de un estudiante de tiempo completo se esperarían excelentes resultados. Intuiría que no le sorprende los resultados excepcionales de su hermano menor, puesto que éste ha de ser aplicado. Podría equivocarme, pero el hermano mayor al menos debería reconocer que su hermano menor es una persona única en su clase, puesto que, más allá de los rumores y mitos infundados por estudiantes de otras carreras, Ingeniería Eléctrica no es una carrera fácil. Aun así, aunque no es mucho, hace años se premió al hermano menor por ser uno de los estudiantes con mayor promedio alcanzado en un año determinado de la carrera. Y creo que la UES debería hacer algo al respecto con esos jóvenes excepcionales. En fin, se tiene talento que muchas veces no se reconoce o no se aprovecha.
ResponderEliminarMuchas gracias por su comentario. Siento gran aprecio por ambos hermanos. A su manera, cada uno ha demostrado grandeza.
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