domingo, 20 de diciembre de 2015

El país de la Naranja (III)

En las últimas dos décadas Valencia ha sufrido grandes cambios en infraestructura. Quien iba a creer que a partir de una gran desgracia esta ciudad construiría una gran oportunidad. En el año 1957, lluvias torrenciales en la cuenca del río Turia causaron graves inundaciones. En la psique valenciana aquello se conoce como la Gran riada de Valencia y representa una de las más grandes desgracias naturales de su historia reciente.

Inundaciones del año 1957, Valencia, España (Fotografía de Wikipedia).

Tras la desgracia, mediante un gran proyecto de ingeniería, se decidió modificar el cauce del río. Y ahí quedó marcada la ciudad con una enorme cicatriz que serpenteaba por todo su rostro. 


Aquella cicatriz se transformó en un bello y gigantesco parque. Los valencianos de hoy pueden disfrutar de un sitio donde se puede caminar, correr, hacer bicicleta, patinar o simplemente ir de picnic. También, dentro de las muchas actividades no pueden faltar los excesos de juventud y así jóvenes se congregan para hacer botellones y macrobotellones. El botellón no es más que el consumo de alcohol en la "plaza pública". Ignoro cuánto habrá legislado esta ciudad para frenar los excesos juveniles. Supondría que alguna restricción habrá sido establecida.

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