viernes, 25 de diciembre de 2015

Comida de Navidad

No importa si lo que se celebra es cualquiera de las fiestas religiosas: Navidad, Janucá o Laylat al-Qadr,  el ser humano lo realiza comiendo. Comer, y sobre todo, en exceso es un símbolo de bienestar. Tampoco importa la condición social o económica, aunque ésto último determinará la cantidad y la calidad. Aún los barrios más empobrecidos, a su manera y con sus medios, se las arreglarán para tener alguno que otro exceso.

A lo largo de mis años de vida me ha tocado celebrar la navidad de diferentes maneras. Durante mi infancia lo hice en un entorno rural, rodeado de cafetales y aislado de la vida urbana. Durante mis años de juventud los pasé en diferentes sitios a veces con parientes y otras con amigos dentro o fuera del país. Recuerdo la vez que me marché, mochila en espalda, a México, y pasé esa fiesta en un pueblo cercano a la Ciudad de Puebla. 

En la tradición española, no solo se celebra la noche del 24 como noche buena (víspera de navidad) sino que la celebración se extiende a el día siguiente con un almuerzo especial: La comida de navidad. Cada familia hace un esfuerzo extra por mostrar, mediante el despliegue de comida y bebida, su visión de bienestar: El superlativo de un almuerzo o comida, como se le llama al almuerzo por este lado del atlántico.

Con estos ojos míos, he visto a los comensales colapsar después de tremenda hartada. De la mesa al sofá y de éste al más profundo sueño. Así es el ser humano, cuando tiene y puede: se excede.

Navidad sin cohetes y sin ruido

Valencia es la ciudad del petardo. Me atrevería a decir que quizá llegará a alcanzar el título, si alguna vez lo adjudican, de capital europea del petardo. No sé si exista otra ciudad europea con esa afición. Sé por un amigo húngaro que algunas ciudades en su país se enloquecen con los cohetes. Sin embargo, Valencia ha masificado su uso. Bodas, bautizos, comuniones, fiestas de barrio y verbenas usan y abusan de la pólvora. El evento culmen a la pirotecnia lo protagoniza la mascletá, composición ruidosa y a la vez rítmica de cohetes de gran potencia.
Mascletá en una de las calles céntricas de Valencia, Fuente Wikipedia.
Y sin embargo, a diferencia de los países hispano-parlantes del otro lado del atlántico, durante la cena de navidad y durante todas las celebraciones de navidad no se escucha ni un solo cohetillo. Nadie sube el volumen a la música, pues en general a nadie se le ocurre poner música para amenizar una fiesta familiar. El único volumen que sube un poco es la voz de las personas. En general aquí la gente habla muchos decibelios por encima de lo que mis oídos toleran. Y la tertulia con ese grado de sonoridad acaba afectando mi cabeza.  

Pero, no todo es solemnidad y aburrimiento. La gente joven que desea el ruido, en general, después de cenar, es decir, después de la media noche, se va a las discotecas.

martes, 22 de diciembre de 2015

Hace dos años

Encontrándome, hace dos años, en esta misma ciudad, recibí una noticia trágica: la muerte de una amiga. No estoy seguro de si he digerido su ausencia. Solo sé que su partida ha dejado un vacío en mi vida. Nuestra amistad duró dos décadas. Y aguantó los embates del tiempo, de la distancia y de nuestras respectivas circunstancias personales. 

No la recuerdo como compañera de clase, aunque no me cabe duda que habremos compartido varias asignaturas. Mis primeras memorias de ella corresponden a su faceta deportiva. La recuerdo corriendo por las polvorientas pistas del antiguo estadio universitario, compitiendo en los juegos interfacultades y entrando a las aulas con sus ropas de deporte. Luego, en mi memoria hay recuerdos, de cuando empezamos a trabajar en la FIA, como instructores. Muchas actividades académicas y sociales solidificaron nuestra amistad.

Me da mucha pena pensar que una vida tan joven, tan llena de proyectos de vida y tan generosa se haya perdido. A dos años de tu muerte, te sigo echando de menos. 

domingo, 20 de diciembre de 2015

¡Esta Rita Sí! ¡Esta Rita Sí!

El único meeting político al que he asistido en España fue durante estas elecciones del 20 de diciembre de 2015. Aprovechando que el partido de Pablo Iglesias, PODEMOS, cerró su campaña electoral aquí en la ciudad de Valencia le pedí a mi mujer que me llevara al lugar del evento. Debo de reconocer que me movió la curiosidad. Quería saber cómo vive la gente de a pie un evento de esos, qué tipo de gente acude a ese llamado, qué edad es la que predomina. Me interesaba conocer cómo la gente recibe el mensaje de los políticos como los que conforman el partido de Pablo Iglesias. 
Rita Bosaho, ELPAIS.

No puedo decir que me haya cautivado lo que oí, todo lo contrario me aburrí más pronto que tarde. Sin embargo, hay un detalle que me conmovió. La primera en hablar al público fue la activista Rita Bosaho, cabeza de lista por la provincia de Alicante. Dijo muy pocas palabras, incluso ya no puedo recordar lo que dijo. Pero el hecho de que PODEMOS haya puesto a una mujer negra como cabeza de lista de una provincia y le haya dejado hablar en público me envía un mensaje cuya carga simbólica no puedo ignorar.

Mientras hablaba, la gente le gritaba ¡Esta Rita Sí! ¡Esta Rita Sí! ¡Esta Rita Sí! ¡Esta Rita Sí! En referencia a la otra Rita, Rita Barberá Nolla, alcaldesa de la ciudad de Valencia durante el periodo 1991-2015. ¡Casi 25 años! Ese periodo de gobierno tan largo ha dejado a algunos, sobre todo en la izquierda, muy cansados de la otra Rita.

Rita Bosaho, no es cualquer mujer negra. Ella es una activista española de origen ecuatoguineano. Su vida ha estado marcada por la política, pues parientes suyos han sido asesinados en Guinea Ecuatorial por razones políticas. 

Rita Bosaho representa uno de los cambios introducidos por PODEMOS, cambio que ninguno de los partidos tradicionales se atrevió a realizar: la primera diputada negra en el parlamento español

Cultura de Bar y de terrazas

Saber vivir la vida no es cosa sencilla. No es necesario tener mucho dinero para saber disfrutar del tiempo y de la compañía de otras personas. Y en cómo saber vivir la vida admiro mucho a los españoles. Observando los hábitos de consumo en una terraza noto que con poco dinero pueden pasar horas charlando en una terraza. 


Muchas de las personas que aprovechan "un día bueno" de invierno, es decir, uno donde haya un poco de sol para poder estar fuera sentado en una terraza, gastan apenas lo de una taza de café, una taza de té o una cervecita. Y ahí pueden estar una, dos y hasta tres horas charlando. Luego, se marchan a sus casas a comer. 

Por el contrario he observado como las clases medias urbanas de las ciudades salvadoreñas prefieren los centros comerciales y los locales de comida rápida. Esa decisión tiene, entre otras, dos consecuencias visibles. La primera es de tipo económico pues los presupuestos familiares que se destinan no son nada despreciables. La segunda es de implicaciones a la salud. Me da la impresión que la obesidad, debido a una mala alimentación, se está volviendo un problema de salud pública. En fin, saber vivir no es tarea sencilla.

A propósito de las elecciones en España (III)

En las elecciones de este día domingo hay partidos de todos los colores. Hay algunos que llaman mucho la atención. Lo vi por primera vez en la hoja de candidatos al Senado, estaba ahí y me chocó verlo: era el partido de los animales, que se presentan bajo la plataforma de Partido Animalista (PACMA).

Para alguien que venga de un contexto como el mío no deja de resultar sorprendente ver un partido que se presenta a unas elecciones generales, donde se disputa el destino de una nación de humanos, defendiendo animales. He buscado en la Wikipedia y he revisado sus resultados en las elecciones. Han crecido mucho en votos, pero aún no lo suficiente para tener representación en el congreso. Si la tendencia se mantiene, estas elecciones tendrían que seguir subiendo en votos aunque sin llegar a conseguir ningún escaño.


El país de la Naranja (III)

En las últimas dos décadas Valencia ha sufrido grandes cambios en infraestructura. Quien iba a creer que a partir de una gran desgracia esta ciudad construiría una gran oportunidad. En el año 1957, lluvias torrenciales en la cuenca del río Turia causaron graves inundaciones. En la psique valenciana aquello se conoce como la Gran riada de Valencia y representa una de las más grandes desgracias naturales de su historia reciente.

Inundaciones del año 1957, Valencia, España (Fotografía de Wikipedia).

Tras la desgracia, mediante un gran proyecto de ingeniería, se decidió modificar el cauce del río. Y ahí quedó marcada la ciudad con una enorme cicatriz que serpenteaba por todo su rostro. 


Aquella cicatriz se transformó en un bello y gigantesco parque. Los valencianos de hoy pueden disfrutar de un sitio donde se puede caminar, correr, hacer bicicleta, patinar o simplemente ir de picnic. También, dentro de las muchas actividades no pueden faltar los excesos de juventud y así jóvenes se congregan para hacer botellones y macrobotellones. El botellón no es más que el consumo de alcohol en la "plaza pública". Ignoro cuánto habrá legislado esta ciudad para frenar los excesos juveniles. Supondría que alguna restricción habrá sido establecida.

sábado, 19 de diciembre de 2015

A propósito de las elecciones en España (II)

Hace un par de días tuve a pocos metros de mi al candidato a la presidencia de España por el partido Podemos. Fue en el aeropuerto de Madrid. Acabábamos, mi mujer y yo, de bajar de un vuelo de diez horas y estábamos buscando la puerta de embarque para el segundo vuelo, que nos llevaría a nuestro destino final. De repente vi esa figura enclenque, con pelo desaliñado y rodeado de un pequeño grupo de hombres. Vestía un abrigo verde tan ajustado que le hacía parecer un embutido andante. Noté que a pesar de ser una figura muy conocida, hacía un esfuerzo por pasar desapercibido y, al mismo tiempo, la gente respetaba eso. Nada de detenerle, nada de selfies
Portada de la revista eljueves.
Pablo Iglesias irrumpió en escena apenas el año pasado. Su pasado político le viene de familia. Su militancia comunista data desde sus primeros años de adolescencia. De adulto combinó su trabajo como profesor de ciencias políticas y experimentos con programas de debate político, emitidos, sobre todo, por Internet. Su rápido ascenso y su agresividad verbal han puesto a muchos de los nervios. 

El día de ayer fue cierre de campaña. Casi todos los partidos decidieron hacerlo en la capital, Madrid. Sin embargo, el partido PODEMOS lo hizo aquí en Valencia. Por curiosidad, mi mujer y yo nos acercamos al lugar del meeting. No pudimos entrar había un lleno total del lugar, un estadio de baloncesto. Nos quedamos un rato viendo lo que sucedía dentro a través de una pantalla gigante. A diferencia de cómo se vive en El Salvador, aquí todo es menos apasionado, menos ruidoso. Poca gente suele llevar la camiseta del partido y, mucho menos, maquillarse la cara con sus colores. 

Nuestra experiencia duró poco, como siempre me pasa: me aburrí. Aquellos eventos, políticos o religiosos, donde las masas son tratadas como borregos por unos y por otros, suelen incomodarme. Cogimos el autobús y nos venimos a cenar a casa de unos amigos. 



jueves, 17 de diciembre de 2015

El país de la Naranja (II)

Como lo comenté en mi anterior publicación llegué a Valencia una madrugada de enero. De la estación de autobús tuve que buscar el autobús que me llevase a uno de los deprimidos pueblos a las afueras de la ciudad. Ahí residía Silvia Montano y un grupo de estudiantes universitarios salvadoreños que habían venido mediante una beca. Era un grupo de estudiantes de la UCA y de la UES. El programa de becas lo auspició un proyecto que murió hace uno o dos años, victima de la crisis causada por los excesos sector financiero.
Edificio Expo Hotel, muy cerca de la estación de autobuses de Valencia.

No sé como fui capaz de llegar a ese barrio, víctima de la marginación y el estigma. Parte de la estancia de los salvadoreños incluía el trabajo voluntario. Así pues, durante algunos días, a su vuelta de la ciudad, después de realizar prácticas empresariales en Bancaja y estudiar algunas clases en la universidad, tenían que impartir algunos cursos a la gente del barrio La Coma: símbolo aún del trapicheo

Al bajarme del autobús que me trajo al barrio como pude me dirigí al edificio donde se hospedaban los becarios. Cuando vi a Silvia me alegré mucho. Sin embargo, ella y sus colegas estaban ya muy compenetrados en su rutina diaria. Apenas, si recuerdo, me dio unas indicaciones de qué hacer para comer, dónde dejar mis cosas y de señalarme a alguna persona que pudiese ayudarme. Me quedé con la sensación de abandono. Pero aquello no podía ser de otra manera, el programa de becas demandaba mucho de nuestros colegas. Ellos eran la segunda promoción de aquél programa. Y los organizadores aún no se habían dado cuenta de lo difícil que era para los becarios realizar todos esos desplazamientos entre La Coma y la Ciudad de Valencia. 

Y así empecé a descubrir esta ciudad. De aquellos años a esta parte, mucho ha cambiado. Las inversiones en infraestructura han sido tremendas y así también la carga económica que pesa sobre los valencianos.

El país de la naranja (I)

El primer recuerdo que tengo de la ciudad de Valencia es un poco oscuro, borroso y frío. Fue en un mes de enero que encontrándome residiendo en Almería vine a visitar a mi ya fallecida amiga, Silvia Montano. La recuerdo oscura pues llegué de madrugada. Borrosa, pues, venía adormitado, después de haber estado viajando en autobús durante toda la noche. Y fría al haber llegado durante el invierno. 

De Valencia te llama la atención la gran cantidad de naranjos, utilizado como parte del ornato urbano. En las fruterías de barrio te llama la atención los intensos colores de la fruta, donde, por supuesto, prima el naranja casi radioactivo. Aquí hay investigación en temas agrícolas, conozco a alguien que hizo su doctorado en cítricos. Y sin embargo, el tema laboral para el investigador sigue siendo endémico pues esta persona tuvo que emigrar para poder ejercer su profesión de researcher



Tan importante es el naranjo que en el mundial de 1982 se convirtió en mascota oficial. Y aquí estaré durante varios días consumiendo grandes cantidades de vitamina C.

A propósito de las elecciones en España (I)

Mi relación con este país alcanzará dentro de poco más de un año dos décadas. Fue en el año 1997 que puse por primera vez pie en estas tierras. Para esas fechas gobernaba el Partido Popular (PP) de José María Aznar. No sé qué tipo de elecciones hubieron durante el bienio que estuve por ahí. Lo que si recuerdo es haberle pedido a un compañero de laboratorio que me llevase a algún evento político, un meeting, vamos.  Nunca pasó, no sé por que razón no se dio la oportunidad.

Este año será el primero en el que coincide que presenciaré unas elecciones generales. Una de las cosas que me sorprenden es que la papeleta de votación te llega a tu casa, y por diferentes fuentes.


Los partidos políticos se encargan de enviarte al correo tanto su publicidad como la papeleta de votación, ya marcada a su favor, por supuesto. Si el votante lo desea introduce en un sobre la papeleta ya marcada. Si se desea ese voto se puede enviar por correo (dentro de unos plazos ya establecidos) sino el día de la elección se lleva al centro de votación y se deposita.



El sistema electoral español no es de voto directo de tipo presidencialista. Se vota a una lista local de diputados tipo provincial. El número de diputados ganados por partido (dentro de la provincia) es proporcional al número de votos conseguidos. Los diputados consiguen un escaño a un parlamento nacional. Lo normal es que la lista más votada, a nivel nacional, sea quien presida el país. Este año será muy diferente. Una nueva generación de políticos ha irrumpido con fuerza. Y con ello el mapa político será muy diferente.