sábado, 18 de junio de 2016

SUFI

Sí, el Doc fue a sufi. Debo reconocerlo, y que mejor sitio que este blog. En mi última entrada escribí sobre el umbral que determina si se aprueba una asignatura. Hay más umbrales. Un promedio global de notas superior a ocho determina si se evita el trabajo de graduación. Uno inferior a siete, si se agrega carga extra al plan de estudios. Un promedio de nota final de reprobado superior a cinco garantiza el derecho a un examen extra llamado suficiencia. No sé quien inventó ese nombre, pues la palabra suficiencia es sinónimo de pedantería, de engreimiento y de, paradójicamente, capacidad. 


No fue en la FIA. Fue en Ciencias Naturales. Después de acabados mis estudios de ingeniería, y como una forma de auto-prepararme para estudios de posgrado, decidí que era bueno para mis aspiraciones estudiar la licenciatura en Matemáticas. Fue una de esas asignaturas la que me llevó a casi reprobar mi primera asignatura. 

Poco antes de la vacación de diciembre recibí el resultado de reprobado. Ese resultado fue el producto de la combinación de muchas variables. Un profesor primerizo que apenas controlaba el tema agregó desanimo a mi trabajo como estudiante. También, debo reconocerlo, mi pobre implicación en el desarrollo de aquella asignatura fue el factor determinante. 

Suficiencia fue programado para la vuelta de vacaciones, en el mes de enero. Me dije a mi mismo que la motivación de estudiar matemáticas no era un título sino aprender y aprender como forma de prepararme para otro reto más grande. El resultado de aquella prueba tuvo un final feliz. Superé el examen de suficiencia.

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