Hace algunos años, en un ya fenecido blog, publiqué algunas reflexiones sobre las graves consecuencias que tiene sobre nuestros estudiantes la mala organización de las actividades docentes a lo largo del semestre [1][2][3]. Critiqué, entre otras cosas, la ligereza con la que se perdían clases y con la que se reprogramaban actividades, haciendo con ello perder valioso tiempo. La reacción de algún colega no pudo ser menos visceral y me acusó de ofenderle y denigrarle con cobardía.
Sin embargo, el problema de la falta de organización no puede ser ignorado. Innecesariamente, se carga de estrés al estudiante. Con ello baja su motivación, su rendimiento y su aprendizaje. Al final, tenemos alumnos con resultados mediocres tanto en su aprendizaje como en las notas de las evaluaciones.
En papel, a principio de ciclo, entiendo que, cada escuela presenta un calendario de exámenes. Y sin embargo, nada de eso se lleva a la práctica. Una idea sencilla de implementar sería organizar las evaluaciones en una única semana. Durante la misma no habrían laboratorios ni otras actividades que puedan servir de distracción.
Algunos compañeros mencionan en broma que los que llegan tarde a sus clases, para compensar se retiran temprano...
ResponderEliminarHola Saturnino, muchas gracias por su comentario. Um, no entiendo la broma. Es decir, ¿el alumno llegar tarde y se retira antes? Mi punto es: ¿Cómo hacer para sacar mejor rendimiento del tiempo?
EliminarEn la facultad de economia implementan ese mecanismo el cual una semana para parciales y evaluaciones consultoria, no se si es mal visto por todos pero creo que uno como alumno se desahoga de estar con clases, laboratorios, parciles, actividades y repasar
ResponderEliminarCreo que dejar una semana para parciales ayudaría a optimizar más el tiempo. Ahora mismo lo que tenemos es demasiado caótico.
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