viernes, 9 de octubre de 2015

Peón


El poema de mi última entrada resuena aún en mi cabeza. Y sin embargo, dudo de su verdad. No pasa a veces que das lo mejor de ti mismo y el resultado no está completamente en tus manos. Te empeñas, te esfuerzas, trabajas a destajo y el producto de todo aquello no depende completamente de toda esa energía utilizada. 

Y sin embargo, seguiré trabajando con empeño, con esfuerzo, trabajando hasta el agotamiento, pues lo que me mueve es la convicción de que todo aquello servirá para mejorar mi vida y la de las personas cercanas.  

2 comentarios:

  1. Espero que no desfallecieras en estos momentos decisivos que muestras en las últimas entradas. Estoy seguro de que todo ha merecido la pena. Mucho ánimo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No, no era falta de ánimo lo que me llevó a publicar esa entrada sino el escenario que percibía. Gracias por tu comentario.

      Eliminar