miércoles, 26 de octubre de 2016

¿Está preparada la universidad para recibir estudiantes talentosos?

Fue a mitad de año. Fui invitado por el ministerio de educación para evaluar varios proyectos de robótica, desarrollados por estudiantes de tercer ciclo y de bachillerato del departamento de San Salvador. Ahí me encontré con mi amigo, el profesor Ángel Sánchez. Me dió mucha alegría verle. Me puso al tanto de sus nuevos proyectos y de sus experiencias pedagógicas. Al mismo tiempo me presentó al grupo de jóvenes que le acompañaban. Entre ellos se encontraba un chico que no hacía mucho había aparecido en los medios de comunicación por su destreza y su pasión por la robótica. Un chico humilde, con toda la apariencia de nerdo. Ángel me comentó de la pasión y de los grandes sueños de este chico. Al mismo tiempo, me comentó de sus problemas económicos y de sus esfuerzos por conseguirle, a través del MINED, algún tipo de apoyo. En confianza me comunicó que todos aquellos altos funcionarios de gobierno que lo utilizaban para hacerse fotos, básicamente le habían dado la espalda.


El día de ayer este joven pasó a visitarme. Venía confundido. 2017 sería su primer año en la UES. En la unidad de nuevo ingreso le habían advertido que su sueño de acceder a la universidad podría quedar truncado. Aquella amenaza, emitida por un funcionario público, resultó ser muy intimidante.  La razón esgrimida por aquel burócrata era que al no haberse sometido a la prueba de nuevo ingreso, su situación estaba comprometida. Aquí una de las grandes contradicciones de nuestra casa de estudios. Por una parte, intenta atraer talento, abriendo el acceso a aquellos estudiantes que hayan obtenidos excelentes resultados académicos, mediante la excepción del examen de ingreso. Por otra parte, sus funcionarios se encargan de espantarlos.

Mientras platicaba con este chico, no pude evitar observar su gran deseo por aprender. Ignorando por un momento la indiferencia con la que había sido tratado me preguntó si podía usar alguno de los laboratorios para desarrollar sus proyectos. Al oír aquello sentí mucha pena y mucha tristeza. La universidad no está preparada para recibir a alguien que aún no es alumno matriculado. Y si así lo fuese no puede recibir en sus laboratorios a quienes no sean alumnos de las asignaturas que usan esos laboratorios. Toda una contradicción al espíritu que dio origen a las universidades en la cultura occidental. 

Es mi deseo que todo le salga bien. Espero que en 2017 este joven sea parte de nuestra comunidad.   


1 comentario:

  1. Me da mucha tristeza que el mismo Sistema se encargue de botar los sueños y aspiraciones de estos estudiantes que tienen una gran pasion superarse. Ojalá un dia nuestro pais este en pro de los grandes talentos que podrian sacar adelante la nación.

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