viernes, 2 de junio de 2017

¿Puede la formación pedagógica mejorar la enseñanza en Ingeniería?

Hoy empezaré un curso de formación pedagógica. Según los facilitadores el mismo está orientado a profesores de las facultades de ciencias e ingeniería. Ahora mismo hay un esfuerzo de instituciones de cooperación internacional por mejorar la calidad del docente de educación superior que tiene a su cargo la formación de profesionales de la ingeniería y de las ciencias exactas (STEM, del Inglés Science, Technology, Engineering and Mathematics). 


Debo de admitir mi escepticismo en estos cursos. Pienso que, al igual que nos pasa con la enseñanza de la ingeniería, hay mucha teoría y poca práctica. Si a ello agregamos que la mayor parte de la formación pedagógica la recibiremos a distancia, pues, mis dudas aumentan.  Mi desconfianza es de larga data y no se centra en este curso en concreto. La misma se basa en un hecho empírico. A lo largo de los años he visto a muchas personas recibir este tipo de formación y, sin embargo, no veo cambios importantes en su docencia. Siempre los mismos fallos y siempre las mismas quejas de parte de los estudiantes. 

Reflexionando sobre el tipo de quejas  que expresan los alumnos he notado que éstas provienen no de cuestiones pedagógicas (aunque incorrectamente se le atribuyan) sino de cuestiones más básicas. Estas cuestiones básicas están asociadas a la puntualidad, la responsabilidad, el trato, la organización del contenido y la coherencia entre el material que se expone en el aula y el que se evalúa en los exámenes. Sobre estos puntos las innovaciones pedagógicas poco efecto pueden tener en la mejora de la enseñanza. 

Sin embargo, soy consciente que la profesión de profesor no es estática y debo estar actualizado en lo que los expertos pedagogos sugieran. Espero que esta experiencia me sea de provecho y como consecuencia de provecho a la juventud.